Samenvatting
En la mayoría de los programas de estudios no se incluye el uso de corpus, pero, paradójicamente, muchos alumnos los emplean para mejorar y corregir sus producciones de texto, porque acceder a ellos es tan fácil como realizar una búsqueda en Google. Pero ¿para qué puede usarlos el docente? Durante años, en clase hemos enseñado lo que creíamos más habitual desde la introspección, pero lo cierto es que a veces las formas que se nos ocurren como más prototípicas no son las más habituales en la lengua. Pongamos que quiero expresar una opinión; una de las primeras opciones que se me ocurrirá es “Yo creo que…”; y sin embargo una forma mucho más habitual de hacerlo es comenzar una frase con “Pues yo…”. La única manera de saber cuáles son esas estructuras más usadas (y por lo tanto las que queremos llevar a clase) es contar con muestras de habla real. Y eso es lo que encontramos en los corpus: muestras que nos sirven para enseñar la lengua real y no una lengua creada en un despacho en que la gramática es perfecta y nunca se dejan frases suspendidas.